jueves, 22 de enero de 2009

buseando



La Biología del Amor


Maturana es el primer científico que desde su hacer como tal explica el amor. En su propuesta, el amor no es una cualidad o un don, sino que como fenómeno relacional biológico, consiste en las conductas o la clase de conductas a través de las cuales el otro, o lo otro, surge como un legítimo otro en la cercanía de la convivencia, en circunstancias en que el otro, o lo otro, puede ser uno mismo. Esto, entendiéndose que la legitimidad del otro se constituye en conductas u operaciones que respetan y aceptan su existencia como es, sin esfuerzo y como un fenómeno del mero convivir. Legitimidad del otro y respeto por él o ella, son dos modos de relación congruentes y complementarios que se implican recíprocamente. El amor es un fenómeno biológico propio del ámbito relacional animal, que en los mamíferos aparece como un aspecto central de la convivencia en la intimidad de la relación materno-infantil en total aceptación corporal. De acuerdo a Maturana, nos enfermamos al vivir un modo de vida que niega sistemáticamente el amor.
Maturana sostiene que el proceso terapéutico es siempre el mismo, cualquiera sea la forma de la psicoterapia, y que se obtiene cuando el terapeuta logra, mediante su interacción con el paciente, guiarlo, conducirlo inconscientemente, en el abandono de la negación sistemática de sí mismo y del otro, y en la recuperación de la biología del amor como la manera o hilo central de su vivir
EL BUDISMO Y LA CIENCIA
Los diálogos Mente y Vida surgieron con el objeto de establecer un diálogo entre el Dalai Lama y científicos de Occidente y tratar de profundizar en el entendimiento de la ciencia de Occidente y la visión de la ciencia contemplativa de Oriente.
Los investigadores occidentales que se han dedicado al estudio de la atención consideran que es muy importante estudiar y conocer el mecanismo que intensifica la atención, pero han tenido poco interés en estudiar y explorar los métodos orientales para el cultivo de la atención. Para el budismo sin embargo, el entrenamiento de la atención mental constituye la clave para acceder al control de nuestra vida interna y el fundamento mismo de la práctica espiritual. (Una detallada exposición de cómo entiende el budismo la atención mental y su entrenamiento paso a paso, se encuentra en los libros de Nyanaponika Thera, “El Corazón de la Meditación Budista” y el “Poder de la Atención Mental”).
En estas reuniones el Dalai Lama ha comentado que el budismo y la ciencia no son visiones contrapuestas del mundo sino enfoques diferentes que apuntan hacia el mismo fin. La esencia de la práctica budista consiste en la investigación de la realidad mientras que la ciencia, por su parte, dispone de sus propios métodos para llevar a cabo esa investigación.

En cuanto al funcionamiento de la mente el budismo es una ciencia milenaria que posee un interés práctico para los investigadores de las ciencias cognitivas y las neurociencias, que puede ofrecer valiosas contribuciones para el estudio y comprensión de las emociones. La visión budista de la mente ofrece un modelo que lleva milenios explorando sistemáticamente y con todo rigor el mundo interno del ser humano. En esta tradición se encuentra un método muy exacto - que ni siquiera la ciencia vislumbra - para explorar las profundidades de la conciencia y pone en cuestión algunos presupuestos básicos de la ciencia psicológica moderna.
El budismo también tiene cosas que aprender de la ciencia y el Dalai Lama con frecuencia ha dicho que “si la ciencia demuestra hechos que contradicen la visión budista, deberíamos modificar ésta en consecuencia”.
Es importante, señala el Dalai Lama “... que el budismo debe adoptar siempre la visión que más se ajuste a los hechos y que, si la investigación demuestra razonablemente una determinada hipótesis, no deberíamos perder tiempo tratando de refutarla. Pero es necesario establecer una clara distinción entre lo que la ciencia ha demostrado de manera fehaciente que no existe (en cuyo caso deberíamos aceptarlo como inexistente) y lo que la ciencia no puede llegar a demostrar”
La búsqueda del progreso material a expensas del desarrollo interno ha afectado profundamente los valores éticos para vivir y con ello ha afectado nuestra vida personal y colectiva.
Ante ese impacto de la ciencia en la sociedad, es importante reconocer la importancia de explorar la espiritualidad que nos permita recuperar nuestra humanidad.
También es importante señalar que cada vez es mayor el número de personas, científicos sobre todo, que empiezan a comprender que el factor espiritual es importante. Y el Dalai Lama agrega:” y cuando digo “espiritual” no me refiero a ninguna religión o credo particular, sino a la simple compasión afectuosa, al afecto humano y a la bondad” (...) “Yo considero los valores espirituales primarios y la religión secundaria, y la practica de la compasión no requiere devoción religiosa ni fe religiosa; puede ser independiente de la práctica religiosa”.

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